martes, 3 de abril de 2018

Hay una extraña que se parece a mí. Mira a través de mis ojos, habla con mi voz, camina con mis pies, besa por mis labios; vive por mí.
La extraña se levanta y se acuesta, sonríe y llora y en el espejo se refleja mi rostro pero no soy yo. Me ha invadido y se ha adueñado de mi cuerpo, de mi vida.Y poco a poco me vence, me derrota, me hace pequeña e invisible. Pero no puedo luchar contra ella, porque es más fuerte.

Y me pregunto si algún día dejará de ser una extraña, si volveré a ser yo, si veré con mis ojos y hablaré con mi voz; si volveré a vivir en mí.

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