Hay una extraña que se parece a mí. Mira a través de mis
ojos, habla con mi voz, camina con mis pies, besa por
mis labios; vive por mí.
La extraña se levanta y se acuesta, sonríe y llora y en el
espejo se refleja mi rostro pero no soy yo. Me ha invadido y se ha adueñado de
mi cuerpo, de mi vida.Y poco a poco me vence, me derrota, me hace pequeña e
invisible. Pero no puedo luchar contra ella, porque es más fuerte.
Y me pregunto si algún día dejará de ser una extraña, si
volveré a ser yo, si veré con mis ojos y hablaré con mi voz; si volveré a vivir
en mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario