Sé que estás ahí, en alguna parte, en algún lugar del mundo, tal vez lejano, o tal vez no.
No conozco tu rostro ni tu nombre, pero tampoco hace falta, pues sé bien quién eres: se cómo te sientes, y también de tus anhelos.
Sé que nadie más que tú me comprendería, sé lo que necesitas y lo que quieres. Que tú también me conoces mejor que nadie, que eres mi alma gemela; que tu corazón y el mío están destinados a pertenecer el uno al otro.
Sé que naciste para estar a mi lado, que me llevas toda la vida buscando.
Sé que me estás esperando, paciente, que tan sólo aguardas mi llamada para acudir presto a mi encuentro; que basta una voz, no necesariamente alta ni clara, tan sólo un susurro sería suficiente.
No conozco tu rostro ni tu nombre, pero tampoco hace falta, pues sé bien quién eres: se cómo te sientes, y también de tus anhelos.
Sé que nadie más que tú me comprendería, sé lo que necesitas y lo que quieres. Que tú también me conoces mejor que nadie, que eres mi alma gemela; que tu corazón y el mío están destinados a pertenecer el uno al otro.
Sé que naciste para estar a mi lado, que me llevas toda la vida buscando.
Sé que me estás esperando, paciente, que tan sólo aguardas mi llamada para acudir presto a mi encuentro; que basta una voz, no necesariamente alta ni clara, tan sólo un susurro sería suficiente.
Se que si te digo ven lo dejarás todo.
Y así será.
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